Entre los fotógrafos aficionados se impone la visita a los hides (escondites) preparados para realizar fotografías controladas a las aves.
Acompañado de María del Mar y dos amigos de Afonama, nos desplazamos hasta Puertollano, donde hicimos noche, para en la madrugada del día siguiente introducirnos en el hide y estar allí al amanecer y de esta forma molestar lo menos posible a las aves.
Todo estaba preparado para el uso de objetivos de 400 mm, para arriba. Ocurrió un incidente y tuve que utilizar el 300 con las 5D Mark II, que al ser una full frame , carecía de factor de multiplicación, motivo por el que las aves me "quedaron" un poco "lejanas"